UN RELATO CON MEDUSAS

Ernesto Pérez Zúñiga



La Tontería de nuestra Época se quita su careta cuando mira el Mar y habla con la Tragedia. Hace unos meses –aunque desde aquí me resultan años-, una conocida me contó cómo sobrevivió al tsunami de Tailandia. Haciendo turismo submarino, se encontró con un enorme banco de medusas. Huyó. Llegó a tierra antes que la enorme ola, todavía secreta. La salvaron el tiempo suficiente y aquellos fantasmas del mar, las medusas, cuyo nombre en tailandés juró tatuarse sobre la piel. Cuando yo la conocí, todavía no había cumplido su promesa. Tampoco años más tarde, cuando me la volví a encontrar.